MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Más del 50 por ciento de las mujeres que acuden a buscar un embarazo a las clínicas de reproducción asistida presentan insuficiencia o déficit de vitamina D previo al inicio del tratamiento, según un estudio realizado en más de 500 pacientes procedentes de diferentes centros IVIRMA (Alicante, Almería, Barcelona, Madrid, Málaga, Mallorca, Sevilla y Valencia).
Es por ello que los expertos reunidos en el 33 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) han destacado que un marcador que "cada vez cobra más fuerza" en el campo de la medicina reproductiva es el déficit de vitamina D, ya que se ha observado que las pacientes con un nivel menor de 20 ng/ml presentan una tasa más baja de embarazo clínico que las pacientes con niveles dentro del rango de normalidad.
"Con este resultado, se confirma la evidencia de un alto porcentaje en la prevalencia de mujeres que buscan gestación con el valor de la vitamina D por debajo del rango de normalidad. Sería recomendable comprobar que las analíticas previas al tratamiento incluyen de forma sistemática la determinación de vitamina D", apunta el doctor Nicolás Garrido, director de Innovación de IVIRMA Global.
"En los casos por debajo del valor óptimo, se deberían evidenciar los hábitos nutricionales y de exposición solar en la anamnesis y confirmar si la paciente está tomando suplementos con vitamina D durante la preparación del tratamiento", añade.
Por otro lado, en este congreso también se ha destacado otro estudio de IVI Valencia, que ha puesto de manifiesto cómo el sexo de los embriones humanos afecta al perfil oxidativo del medio de cultivo.
El objetivo del trabajo es comprobar el valor predictivo que tiene medir el estado oxidativo del medio de cultivo condicionado por termoquimioluminiscencia (TCL) para determinar el sexo del embrión.
Así, en el estudio se analiza el estado oxidativo del medio utilizado para el cultivo de 86 embriones que fueron fecundados mediante ICSI y transferidos individualmente, y que dieron lugar a un recién nacido vivo, ofreciendo como resultado un TCL-Ratio significativamente mayor en el medio de cultivo de embriones femeninos.
"La medición del estado oxidativo del medio de cultivo podría servir como biomarcador para la selección no invasiva del sexo embrionario, pudiendo ser una opción alternativa en tratamientos de pacientes portadores de enfermedades ligadas al sexo", afirma Garrido.
En lo referente a técnicas para mejorar los resultados reproductivos de personas con problemas de infertilidad, dos de los temas destacados del congreso, presentados por IVI, han sido un estudio para valorar si la microfluídica marcará el futuro de la selección espermática.
Asimismo, también se ha abordado el papel de la miólisis por radiofrecuencia como alternativa segura y eficaz para el tratamiento de los miomas uterinos tipo 2-3 que comprometen la cavidad endometrial y son difícilmente abordables por histeroscopia/laparoscopia en las mujeres con problemas reproductivos.
Además, un trabajo ha evaluado el conocimiento de diferentes perfiles de profesionales sanitarios sobre los límites de la edad en la reserva ovárica y en la competencia ovocitaria, ya que es un tema crucial de cara a prevenir la infertilidad en un futuro.
EDUCACIÓN SOBRE FERTILIDAD
Así las cosas, para el director de IVI Bilbao, el doctor Marcos Ferrando, una de las herramientas "clave" para poder tomar las decisiones reproductivas propias de manera adecuada es la educación sobre fertilidad. Para ello, "el personal sanitario y de atención primaria representa la primera línea de cara a educar a la sociedad sobre la prevención de la infertilidad futura".
"Así, tras analizar los resultados, este trabajo permite concluir que los sanitarios en España disponen de herramientas adecuadas y conocimientos que se ajustan a las expectativas reales de cara a informar a sus pacientes sobre los límites de la fertilidad relacionada con el envejecimiento ovárico", comenta el doctor Ferrando.
Así, cabe mencionar otras novedades expuestas, como es el impacto de los parámetros de capacitación espermática en los resultados de ciclos de donación de ovocitos; el estudio de los niveles séricos de progesterona medidos el día de la criotransferencia embrionaria en ciclos naturales modificados con soporte de fase lútea; el impacto de la ovulación parcial prematura detectada durante la aspiración folicular en la cantidad de los ovocitos recuperados en ciclos estimulados para FIV; o el hatching asistido (AH), que podría ser una herramienta útil para revertir el efecto negativo que ejerce el colapso del blastocisto en el potencial de implantación.